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Técnicas de Fundición y Tratamientos Térmicos

La fundición, conjunto de las operaciones que permiten obtener una pieza metálica a partir de un metal fundido, es muy conocida desde la más remota antigüedad, pero no se empleó corrientemente hasta el advenimiento del maquinismo y de la construcción mecánica.

MOLDEADO:
Los lingotes se forman por moldeado o moldeo, vertiendo el metal líquido en unos moldes hechos de madera, de metal o de arena, según los casos. Los últimos tienen la ventaja de su porosidad, que permite la salida de los gases, pero solo pueden emplearse una vez. La colada de los metales se remota a la Edad de Bronce y se utilizó durante mucho tiempo para la fabricación de armas, campanas, estatuas, vasos, etc.

FORJA Y LAMINADO:
La forja  y el laminado o laminación son dos métodos corrientes que permiten dar al metal la forma más adecuada a su posterior labrado o uso. La forja se realiza a mano cuando se trata de una labor de herrería que se efectúa en la fragua, donde se calientan las barras de metal colocadas en el yunque  para poder golpearlas luego con unos martillos, sujetándolas con tenazas; pero, si se deben grabar grandes piezas, se utiliza la forja industrial, en la cual se calienta el lingote en un gran horno antes de batirlo con un martillo pilón o una prensa hidráulica.
El laminado consiste en la reducción a chapa del metal mediante el paso único o repetido de los lingotes por un laminador. Este consta de una serie de cilindros separados unos de otros por un espacio que puede reducirse o aumentarse según el espesor que se quiera obtener. La operación se efectúa a temperaturas elevadas, que alcanzan unos mil grados para el acero, pero se realiza en frío si se desea conseguir chapas muy finas.

ESTAMPADO Y MATISADO:
El estampado y matizado son procedimientos destinados a modelar por deformación plástica unos metales colocados en moldes llamados estampas o matices. En ambos casos se utilizan prensas o martinetes, pero en el primero la operación se efectúa en frio, mientras que en el segundo se lleva a cabo en caliente.
Estos métodos permiten la fabricación en serie de piezas idénticas que, mediante la eliminación de las rebabas, constituyen productos acabados.

ESTIRADO Y TREFILADO:
El estirado y trefilado consisten en reducir el diámetro o sección y aumentar la longitud de un producto metalúrgico mediante el paso del mismo por un orificio de una hilera, ejerciendo una tracción por un extremo. Estas operaciones, que se realizan en frío, pueden efectuarse, según el grueso deseado, en una o varias pasadas y después de cada una de ellas debe procederse al recocido del metal para regenerarlo.

METALURGIA DE POLVOS:
El procedimiento consiste básicamente en el aglomerado de pequeñas partículas de metal o aleación mediante distintos métodos: electrólisis por deposición del polvo en una solución acuosa de sal metálica; atomización o pulverización del metal o aleación, previamente fundido, a través de orificios delgados; trituración, cuando lo permite la materia prima; y reacción química (reducción de óxidos, descomposición de un gas carbonilo o de un hidruro). Los polvos así tratados se someten luego a una compresión en frio dentro de una matriz que tiene la forma de la pieza deseada. El producto resultante es frágil, pero presenta ya entre sus granos una cohesión suficiente que permite la manipulación. Este prensado puede hacerse también en caliente, a temperaturas que oscilan entre los 300º C. y los 1000º C.

SOLDADURA  CORTE:
La soldadura, es decir, la unión de varias piezas metálicas mediante una función local, se realiza por diversas técnicas y depende de la afinidad existente entre los metales, del estado en que estos se encuentran y de la superficie de los, ismos, que no debe hallarse oxidada. Los principales procedimientos de fusión son la soldadura autógena, en la cual la llama de un soplete oxiacetilénico calienta los metales que han de unirse a mas de 3000º C. y una varilla de la misma composición, rellena la costura que se forma entre ambas piezas; las soldaduras por arco eléctrico bastante semejante a la anterior, pero que proporciona una temperatura elevada mediante un arco eléctrico formado entre las barritas y las piezas; la aluminotermia, consistente en la combustión de polvo de aluminio y oxido de hierro, que provoca la fusión de las superficies de soldadura y hace posible la unión con el metal fundido.

CALIDAD DE LOS PRODUCTOS METALURGICOS:

Es necesario, al producirse a veces pequeñas irregularidades en el transcurso de las distintas operaciones metalúrgicas, comprobar de manera rigurosa la calidad del metal obtenido mediante pruebas efectuadas en laboratorio. Estas pueden ser mecánicas y constan en este caso de operaciones de tracción, flexión, choque, cizalladuras, dureza, etc; físicas, para estudiar la estructura cristalográfica o efectuar análisis térmicos y radiografías que permiten seguir la evolución de los tratamientos y comprobar la pureza de los metales; químicas, con objeto de analizar las sustancias y estudiar la corrosión para observar el comportamiento de los metales y de la capa que los recubre; y finalmente, metalográficas, valiéndose del microscópico óptico o del microscopio electrónico (micrografía).



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Bibliografía:
-Enciclopedia Metódica (Larousse) [Tomo 6*]