(Bosque de piedras de Huarón)
Los esparcimientos de ignimbritas forman una meseta de 15 km de longitud por 5 de anchura que domina la pampa de Junín, el altiplano mas septentrional de los Andes peruanos. En los extremos de la meseta y en las laderas de los valles que la surcan se ha formado un paisaje fantástico, compuesto por grandes torres ocre de estrías verticales, coronadas de bloques en equilibrio inestable; por columnas perforadas por alveolos de todos los tamaños y un nido de abejas de unos centímetros de profundidad hasta un “taffoni” de mas de un metro; finalmente, por pináculos rojos moteados de negro. Este modelado ha valido a las ignimbritas de Huarón el nombre de “Bosque de piedras”.
Las ignimbritas recubren irregularmente las estribaciones de caliza plegada del cretáceo así como las pelitas y conglomerados, igualmente plegados, de las “capas rojas” del eogeno. Su instalación se situaría a finales del terciario o a comienzos del cuaternario en una de las últimas manifestaciones volcánicas de la región. Se trata probablemente de depósitos de peleanas, que surgen por las fisuras orientadas según la dirección de los grandes ejes estructurales. La masa viscosa incandescente se deposita sin estratificación y el enfriamiento da origen a fuertes disyunciones prismáticas. La roca está constituida esencialmente por feldespatos plagioclásicos, por algunas biotitas y por cuarzo. La roca es ligera (densidad 1.7) y porosa (30 %). Esta última característica hace a las ignimbritas de Huarón particularmente sensibles a la gelivación tanto mas cuanto que están recorridas por grandes hendiduras de enfriamiento verticales. En el “Bosque de piedras”, las numerosas huellas de gelivación demuestran que el proceso es responsable de la elaboración de las grandes torres y pináculos. Ahora bien, las alturas del “Bosque de piedras” se escalonan entre 4,100 a 4,700 m.
Se encuentra, pues, por debajo de la línea de la helada nocturna permanente, que se sitúa entre 4,800 y 4,900 m. En la actualidad, los procesos periglaciares no son activos mas que durante la estación seca, lo que limita mucho sus efectos. La formación del relieve se efectuó, por tanto, bajo un clima diferente del actual, a finales del último gran periodo de la glaciación. El clima, probablemente más frío, permita la aparición frecuente de la helada durante la estación húmeda; las aguas de deshielo se infiltraban por estrías y hendiduras que se ensanchaban bajo el efecto de la helada. Así, el relieve del “Bosque de piedras” pudo elaborarse en un tiempo relativamente corto, quizá en uno o dos milenios.
-América, Perú
-76º 20´O., 11ºS
_______________________________________________________________________
Bibliografía:
-Gran Diccionario de Bellezas Naturales (Selecciones del Reader´s Digest)
