Al
lado de la mitología griega, tan rica en leyendas, la romana carece
de la magnificencia que poseía aquella. Los dioses romanos, al menos
en la época clásica, son los mismos que los helenos, cuyos nombres
han sido cambiados: JÚPITER (Zeus), NEPTUNO (Poseidón) VULCANO
(Hefesto), MERCURIO (Hermes), MARTE (Ares), JUNO (Hera), APOLO ,
minerva (Atenea o Palas), DIANA (Artemisa), VESTA (Hestia), VENUS
(Afrodita) y CERES (Deméter). La mayor parte de estas divinidades
latinas tenían las mismas características que las griegas.
A
estos dioses principales se añadían otros secundarios, casi todos
agrícolas: Fauno,
dios de la Fecundidad; Palas,
patrona de los Rebaños
Liber Pater,
dios de la Fertilidad y de los Vendimiadores; Silvano.
Dios de las Selvas y de los Campos; Tellus
Mater,
la Tierra Madre; Flora,
deidad de las Floraciones; Vertumno,
dios de las Árboles Frutales; Terminus,
que velaba por la propiedad, etc. Agreguemos las divinidades
infernales de los LEMURES y los MANES, genios benéficos que
representaban las almas de los antepasados. Eran innumerables los
dioses de la familia que presidían los actos mas insignificantes,
como el GENIO, que iba unido a cada individuo, los PENATES y los
LARES, espíritus protectores del hogar.
Júpiter |
Neptuno |
Vulcano |
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Bibliografía:
-Enciclopedia Metódica (Larousse) [Tomo 3]